1. Aula sobre la biografía de Charles Dickens, coordinado por Rosario
2. Aula de Narración de fragmentos, coordinado por Eugenia
3. Aula de producción escrita, coordinado por Belén
4. Aula de producción artística, coordinado por Doris y Uge
5. Aula de producción final, coordinado por Mariana y Giselle.
Los alumnos de 5to y 6to, tuvieron como invitado al señor Roberto Marquina, quien
contó anécdotas sobre la vida del autor.
Charles Dickens
Historia de dos ciudades (fragmento)
" A lo largo de las calles de París
avanzaban con estruendo los toscos y trágicos carros de la muerte. Seis
carretas llevaban el vino del día a la guillotina... Seis carretas rodaban a lo
largo de las calles. Vuélvelas a lo que eran antes, Tiempo, tú que eres un
poderoso mago, y se verán las carrozas de monarcas absolutos, los equipajes de
nobles feudales, los vestidos de rutilantes jezabeles, las iglesias que no son
la casa de mi padre, sino guaridas de ladrones, las chozas de millones de
hambrientos campesinos. "
Charles Dickens
Casa desolada (fragmento)
" La gata se ha retirado hasta la puerta,
y está gruñendo; no a ellos, sino a algo que hay en el suelo, delante de la
chimenea. Queda muy poco fuego, pero hay un vapor denso y sofocante en la
habitación, y una capa grasienta y oscura ennegrece las paredes y el techo. La
chaqueta y la gorra del viejo están colgadas en una silla. El cordón rojo que
ataba las cartas se encuentra en el suelo, pero no se ve papel alguno, sino
sólo una masa negra y desecha en el suelo.
-¿Qué le pasa a la gata? -dice el señor Guppy-
¡Mírala!
Avanzan despacio, observando todos los
objetos. La gata sigue donde la encontraron, gruñéndole a algo que hay en el
suelo, delante de la chimenea, entre las dos sillas. ¿Qué es eso? Levanta la
luz.
Aquí, en el entarimado, hay un pequeño rodal
quemado; aquí están las cenizas de un puñado de papeles, aunque menos livianas
de lo normal; parecen impregnadas de algo; y aquí están... aquí están los
residuos de un pequeño tronco carbonizado y hecho trozos, salpicado de cenizas
blanquecinas; ¿o será carbón? ¡Horror; está aquí!, y aquello de lo que huimos,
apagando la luz, derribándonos el uno al otro apresurándonos para salir a la
calle, es cuanto queda de él.
¡Socorro! ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Acudid a esta
casa, por el amor de Dios!
Son muchos los que
acuden, pero nadie puede hacer nada. El lord canciller de este tribunal, fiel a
su título en su último acto, ha tenido la muerte de todos los cancilleres de
todos los tribunales, la de todas las autoridades de todos los lugares,
cualesquiera que sean sus nombres, donde se cometen fraudes y se hacen
injusticias. Llame su señoría a la muerte con el nombre que quiera, atribúyala
a quien le apetezca, o diga que podía haberse evitado de alguna manera: es
siempre la misma muerte; innata, congénita, generada en los humores corrompidos
del mismo cuerpo depravado, y nada más. Es la Combustión Espontánea ,
y de ninguna otra muerte ha podido morir. "